¿Cómo hacer un proyecto de inversión?

 

Crear un plan de inversión minucioso, realista y optimizado es necesario para cualquier tipo de proyecto, especialmente si se trata del inicio de un negocio. Por ello, aquí queremos mostrar cómo hacer un plan de inversión, para que puedes realizar correctamente el tuyo antes de iniciar tu negocio.

Independientemente de que dispongas de conocimientos y formación específica en economía y finanzas, elaborar un plan de inversión hoy en día no es un reto inalcanzable. Existe una amplia gama de herramientas y aplicaciones que pueden facilitarte la creación de la estructura y ayudarte a realizar los cálculos necesarios. Sólo necesitas conocer los elementos de un plan de inversión y dedicarle el tiempo necesario.

Es mucho más importante la información respecto a tu proyecto y los datos sobre el mercado en el que quieres operar, así como la capacidad de reflexionar sobre tu idea de negocio. Todo ello sí es imprescindible para realizar un plan de inversión efectivo y comenzar a rentabilizar tu idea de negocio.

Pasos para elaborar un plan de inversión

Lo principal para elaborar un buen plan de inversión es que tengas bien definido tu objetivo y el plazo que has establecido para lograrlo. A partir de ahí, debes recopilar toda la información y plasmarla en un documento que conviertas en tu ruta de acción, en tu programa, y por tanto que sea realista y alcanzable.

Los pasos más lógicos para realizar tu tan necesario plan de inversión son los siguientes:

Elabora un listado necesidades.- Debes realizar una lista completa de todo aquello que tu negocio requiere para poder comenzar su actividad, que contenga todos los elementos de un plan de inversión, específicamente todas las inversiones y gastos iniciales que concretamente tu proyecto necesita.

Realiza el presupuesto de inversiones. - lo ideal sería que trataras cada una de las partidas como si la fueras a necesitar ahora mismo.

Estudia las características que requiere tu negocio en cuanto a herramientas, maquinaria, software o cualquier otro elemento para determinar cuáles son las que mejor satisfacen las necesidades de tu proyecto.

Pide varios presupuestos para poder conocer su coste, el coste del elemento que comprarías hoy si tuvieras que hacerlo.

Valora el resto de los costes empresariales que supondría su puesta en funcionamiento (en caso de que los haya).

Una vez que tengas este presupuesto de inversiones, replantéate si realmente todo lo reflejado es imprescindible para comenzar o tienes alguna alternativa:

Realmente no es imprescindible y el aporte que te proporcionaría lo puedes compensar de otra manera, al menos al inicio (con algún procedimiento manual, externalizando el servicio,).

Puedes adquirirlo en el momento en que la empresa ya esté en funcionamiento, evitando tener que incurrir desde el inicio en dicho coste.

Existe algún elemento que podrías alquilar o comprar de segunda mano reduciendo el coste de la inversión inicial y por tanto el riesgo.

Planifica las acciones que tendrás que llevar a cabo para que cada elemento que has incluido en el presupuesto pueda estar al servicio de tu negocio, esto afectará sobre todo al inmovilizado,  pero realiza también una planificación del circulante (el gasto de cada partida en diferentes periodos).
En torno a ese listado de actividades podrás crear un plan de acción con fechas concretas, de este modo sabrás cuanta financiación necesitarás en cada etapa del desarrollo de tu negocio.







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